La región idónea para albergar la vida en Marte podría ubicarse a varios kilómetros debajo de su superficie, señala un equipo de investigadores.
El hallazgo hecho por
un equipo de investigadores de la Universidad de Rutgers (EE.UU.) podría
contribuir a una mejor comprensión de la denominada ‘paradoja del Sol joven y
débil’, uno de los enigmas de la astrofísica.
De acuerdo con la
paradoja, ideada por Carl Sagan y George Mullen, hace 4000 millones de años, al
principio de la historia, nuestra estrella era mucho más débil que ahora.
Brillaba solo al 70 % de su intensidad actual y sus rayos no eran suficientes
como para mantener un océano líquido en las superficies de planetas rocosos.
Sin embargo, tanto la
Tierra, como Marte muestran evidencias de la existencia de agua en aquella
época. En particular, la superficie de Marte cuenta con indicadores geológicos
como los lechos de los ríos antiguos o los minerales relacionados con el agua.
Los autores del estudio
sugirieron que hace unos 4100 millones a 3700 millones de años (la llamada era
de Noé), el planeta rojo estaba cubierto con una capa de hielo de varios
kilómetros de grosor. En cuanto al agua, podría haber existido gracias al calor
interno presente bajo el hielo.
“Incluso si los
gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el vapor de agua se
bombean a la atmósfera marciana temprana en simulaciones por ordenador, los
modelos climáticos todavía tienen dificultades para soportar un Marte cálido y
húmedo a largo plazo”, explicó el principal autor del estudio, Lujendra
Ojha, según ha recogido este viernes la agencia rusa de noticias Sputnik.
El astrofísico subrayó
que “la paradoja del Sol joven y débil podría aceptarse —al menos en parte— si
Marte tuvo un alto calor geotérmico en el pasado”.
Debido a la pérdida del
campo magnético y el adelgazamiento de la atmósfera, el agua líquida solo pudo
haber sido estable a grandes profundidades, donde “podría haber sido mantenida
por la actividad hidrotermal (calentamiento) y las reacciones entre las rocas y
el agua”, indicó Ojha. “De esta manera, el subsuelo podría representar el
entorno habitable más antiguo de Marte”, concluyó el científico.
En la Tierra, el calor
geotérmico formó lagos subglaciales en la Antártida Occidental, Groenlandia y
el Ártico canadiense.