Durante más de 100 años, nadie había podido descifrar su enigmático contenido. Gareth Owens cree que se trata de una oración a la gran diosa madre minoica.
Descubierto en 1908, en
el palacio de Festos, en la isla griega de Creta, el conocido como
<<Disco de Festos>> es uno de los artefactos más enigmáticos de
cuantos han tocado manos humanas. La rezón es bien sencilla, pues nadie ha
podido descifrar el mensaje oculto tras los 241 signos inscritos en este
extraño objeto discoidal de arcilla cocida, grabado supuestamente en algún
momento de la Edad del Bronce minoica III milenio a.c., uno de los períodos más
oscuros de esta compleja cultura mediterránea. Sin embargo, en octubre de 2014,
Archeology News Network daba a
conocer una sorprendente primicia: Garteh Owens, uno de los mayores expertos
mundiales en la cultura Helenística, dice haber descifrado, -al menos en parte-
el contenido del misterioso disco minoico. Y es que, según este prestigioso
académico greco-británico, el artefacto contenía una especie de oración hacia
la madre o, más que probablemente, dirigida a la gran Diosa Madre minoica.
Owens ha llegado a esta conclusión después de localizar tres áreas o agrupaciones
de símbolos presentes en una de las caras del disco, zonas en las que aparecían
letras I-QE-KU-RJA. En su experta opinión, el binomio I-QE, designa a
<<gran dama importante>>, en tanto que, en otra cara del disco,
aisló el término AKKA, que el traduce como <<madre embarazada>>.
Así, sostiene que un
lado del disco estaría dedicado a una mujer embarazada y otro a una mujer que a
luz. <<Es lo más parecido a la piedra Rosetta minoica>>, destacaba
Owens en el Mail Online