El 15 de agosto de 1977
a las 23:16, el radiotelescopio Big Ear recibió una señal de radio de origen
desconocido durante exactamente 72 segundos proveniente de la zona oriental de
la constelación de Sagitario y alcanzando una intensidad 30 veces superior al
ruido de fondo.
De acuerdo con el
protocolo utilizado, esta señal no fue grabada sino que fue registrada por la
computadora del observatorio en una sección de papel continuo diseñada para tal
efecto.
Unos días después, el
joven profesor de la Universidad Estatal de Ohio Jerry R. Ehman, que estaba
trabajando como voluntario en el proyecto SETI revisando los registros de la
computadora, descubrió la señal anómala más intensa que se hubiera detectado
hasta entonces por un radiotelescopio.
La señal fue conocida
como Wow! debido a la anotación que Jerry Ehman hizo en el papel continuo,
denotando su sorpresa y emoción.
Durante muchos
años se ha investigado el origen de la señal. Las explicaciones van desde el
mensaje de una civilización extraterrestre inteligente, hasta alguna
interferencia cercana al radiotelescopio.
Ninguno de los intentos
posteriores de obtener una señal de la misma dirección han encontrado nada
inusual.
Un artículo reciente
afirmó haber rastreado la señal hasta la estrella 2MASS 19281982-2640123, en la
constelación de Sagitario a 1800 años luz de la Tierra, pero sigue siendo una
teoría. Ahora, un científico asegura haber identificado Wow! como la fuga de un
rayo de energía propulsor de una nave espacial extraterrestre
. «La radiación de fuga
más observable de una civilización avanzada bien puede provenir del uso de
rayos de energía para acelerar las naves espaciales y transferir energía.
Los rayos de energía
ahora son más creíbles porque estamos construyendo los nuestros: el proyecto
Starshot planea lanzar sondas a estrellas cercanas en este siglo, haciendo de
los rayos de energía un concepto de fuente creíble.
Y la transmisión de
energía se está desarrollando para aplicaciones militares, donde se denomina
“energía dirigida”», escribe James Benford, físico de plasma y director
ejecutivo de Microwave Sciences, en un artículo publicado en el blog de
astronomía Centauri Dreams.
Benford compara la
señal Wow! con aquella emitida por los poderosos rayos láser que se proponen
para impulsar velas ligeras (Lightsails) a estrellas cercanas y a las armas de
«energía dirigida» que están desarrollando los militares para atacar y destruir
sin explosivos.