jueves, 8 de octubre de 2020

LA CONEXIÓN LOVELOCK Y LA INVERSIÓN DE POLOS

 


Lovelock afirma que el apocalipsis medioambiental vendrá marcado, entre otras circunstancias, por el hecho de que Inglaterra e Irlanda desaparecerán bajo las aguas. Por eso resulta interesante asomarnos al archivo histórico de las grandes profecías, puesto que gran parte de las mismas coinciden en el hecho de matizar el fin de los tiempos cuando Inglaterra acabe sumergida. ¿Casualidad? El famoso Solari Parravicini dijo: << ¡Londres! La isla se hunde>> Edgar Cayce, considerado uno de los mejores profetas durmientes por sus estados de trance profundo o hipnótico, aseguró terremotos y cataclismos geológicos para este país. Y como todos sabemos, tras los terremotos llegan los maremotos. Cayce también habló en su día del efecto que provocará el derretimiento de los polos en la isla: <<Un gran deshielo polar afectará a gran parte del territorio de Inglaterra>>. Por su parte, el vidente Alois Irlmaler predijo algo sumamente inquietante: <<Las aguas se levantarán tan altas como una torre, luego se precipitarán. Repetidamente todo se inunda. Hay un terremoto y la mitad de la gran isla se hundirá (…) Todo se hundirá. Hay un terremoto y la parte sur de Inglaterra se sumerge en las aguas. Tres grandes ciudades quedarán en ruinas: una será destruida por el agua, la segunda, tan alto será el mar, que sólo veras las torres de las iglesias, y la tercera se desvanecerá>>. También la gran profetiza búlgara Baba Vanga auguró que en el año 2033 el nivel de las aguas se incrementará sensiblemente debido al derretimiento de los polos.


En septiembre de 2014, científicos de la Universidad de California (EEUU), realizaron un pronóstico sobre la inversión de los polos magnéticos de la Tierra con el fin de anticipar las desconocidas consecuencias que esto podría generar. Según han podido averiguar dichos expertos, el campo magnético de la Tierra se está debilitando a una velocidad diez veces mayor de lo que se creía. Así lo confirmaron los datos de la Agencia Espacial Europea. Todavía no sabemos qué pasará cuando los polos se inviertan, algo que ha ocurrido otras veces en la historia, la última hace 780.000 años, según se desprende de los estudios publicados en la revista Scientific American. Una inversión inminente podría empezar en menos de 2.000 años, pero, ¿y si el proceso se acelera? Es difícil anticipar como influiría el cambio geomagnético en la civilización actual, pues una de las funciones del campo magnético es proteger a la tierra de la radiación solar. Por otro lado, es muy probable que un fenómeno de esta clase acabase afectando a las redes eléctricas y a los sistemas de comunicación. Algunos, como el geofísico Gary A. Glatzmaier, se muestran optimistas, pues opinan que dentro de 1.000 años no existirán redes eléctricas y probablemente hayamos avanzado hasta el punto de desarrollar la tecnología necesaria para enfrentarnos a un giro magnético.

lunes, 5 de octubre de 2020

LA CRIOGENIZACIÓN

 


Hasta ahora, mucho se ha dicho sobre la criopreservación, o criogenización. Es ampliamente conocido que se trata de un procedimiento que se practica para almacenar un cuerpo en nitrógeno líquido a muy bajas temperaturas, con el propósito de ser revivido en un futuro.

Eso, en teoría. En la práctica, hay mucho todavía por descubrir para poder asegurarle a los pacientes que ya están criogenizados, la certeza de que vivirán más tiempo y sin ninguna enfermedad.

Básicamente, la criogenización de personas es un proceso que consiste en la conservación del cuerpo de una persona tras su deceso, a través de una técnica de preservación en nitrógeno líquido que se conoce comúnmente como “congelación”.

Este procedimiento, que se realiza bajo el consentimiento de la persona antes de fallecer, tiene como objetivo o principal fin, darle al individuo la esperanza de traerle de vuelta a la vida en el futuro, de darse las condiciones y avances médicos para ello.