La organización
sociológica londinense tiene como objetivo oculto el control mental de la
sociedad para no cuestionar el sistema que nos gobierna
Si le hubieran
preguntado sobre el instituto Tavistock habrían respondido en su totalidad que
no tenían ni idea.
Esta institución es un
lobo vestido con piel de cordero, esconde un lado oscuro peligroso para
la población mundial.
La versión oficial señala
que la organización sociológica londinense se dedica al estudio de la
psicología de grupos desde una orientación psicoanalítica.
El instituto Tavistock,
en su propia página web, señala que es una organización independiente sin ánimo
de lucro, creada en el año 1947, que busca aplicar la investigación en las
ciencias sociales en múltiples áreas: gobierno, industria, salud, educación...
Los clientes van desde
pequeños grupos comunitarios nacionales a grandes multinacionales.
El Instituto Tavistock
pretende controlar de forma sutil las mentes de la población mundial a través
de diferentes herramientas (la Televisión, la música, la publicidad, el
marketing...).
El instituto
Tavistock, cuenta con el apoyo financiero de la Fundación Rockefeller, y
con el respaldo también de grupos influyentes, como el reconocido Grupo
Bilderberg, la Masonería o los Illuminati, que tienen situados a las personas
más influyentes y ricas del planeta en los diferentes ámbitos (político,
económico, social, industrial...), a los que interesa tener a la sociedad
controlada, y qué mejor que manipular nuestras mentes para alcanzar su meta de
tenernos esclavizados, para así establecer un Nuevo Orden Mundial
En sus inicios, el
Instituto Tavistock trabajó para el Ministerio de Defensa británico durante la
Segunda Guerra Mundial.
Su principal objetivo
fue el estudio sobre los efectos psicológicos de los bombardeos, tanto en
civiles como en militares, que marcó la era de la guerra psicológica.
Seguidores de las
doctrinas del psicoanalista Sigmund Freud creyeron que la civilización no era
una prueba del progreso humano sino de la necesidad de contener al animal
irracional que llevamos dentro a través de una serie de mecanismos para
mantener contento y controlado al pueblo.
Posteriormente, en la
década de los 50, esta organización desarrolló los métodos del 'lavado de
cerebro masivo' por primera vez de forma experimental con los prisioneros
americanos de la guerra de Corea.
Sus pruebas en método
de control de masas han sido muy usadas en el público norteamericano,
corrigiendo el comportamiento del individuo a través de la psicología de
tópicos.
Un único denominador
común identifica la estrategia única del Instituto Tavistock: la utilización de
drogas.
El programa de la CIA,
MK Ultra (programa de control mental creado por la agencia de inteligencia
norteamericana, que trabajó en estrecha colaboración con esta organización
londinense), en el que se administró LSD a sus compañeros y funcionarios de la
CIA, estudiando sus reacciones como si fueran 'cobayas', produjo muchas
muertes.
Sería en los años 50
cuando el LSD comenzó a cobrar protagonismo dentro del programa de control
mental de la CIA, MK Ultra, realizando pruebas sobre algunas personas en
Canadá.
El doctor Ewen Cameron,
presidente de la Asociación de Psicología Canadiense y director del Hospital
Royal Victorian, en Montreal, recibió numerosos pagos de la agencia de
inteligencia americana, para administrar a 53 pacientes grandes dosis de LSD, y
registrar sus reacciones.
Los pacientes fueron
mantenidos dormidos por sustancias psicotrópicas durante semanas, y luego se
les aplicaron tratamientos de electrochoques.
La esposa de un miembro
del Parlamento Canadiense fue una de las víctimas de este experimento y demandó
a las empresas estadounidenses que proporcionaron la droga a la CIA.
El cúmulo de
atrocidades que continuó la CIA tuvo un nuevo capítulo a finales de los años 60
con la creación de la 'revolución de los estudiantes' o el movimiento hippie,
que fue financiada por la CIA por 25 millones de dólares.
Como ocurrió en Canadá,
la CIA pagó al doctor Herbert Kelman, de la Universidad de Harvard, para
realizar nuevos experimentos con el LSD en Estados Unidos.
A nadie escapa que se
usaron a miles de personas como 'ratas' de laboratorio y la CIA introdujo esta
sustancia psicotrópica en el citado movimiento hippie (la denominada
'contracultura' de la década de los 60). Este movimiento comenzó en Estados
Unidos y se extendió por toda Europa.
Ni qué decir tiene que
la CIA, en estrecha colaboración con el Instituto Tavistock, aunaron fuerzas
para que se llevara a cabo este experimento social y psicológico a gran escala,
con el principal objetivo de crear un colapso cíclico.
Este producto de una
ingeniería social, bien diseñada por estas dos organizaciones, combinó dos
ingredientes perfectos para controlar las mentes inconscientes del individuo:
las drogas, con la integración del LSD y otras sustancias químicas que anularon
la consciencia del ser humano, y el surgimiento de la música del Rock and
roll.
Lo que se pretendía era
llegar a aquellos jóvenes caracterizados por una estética, que se dejaban
crecer el pelo con atuendos donde abundaban las flores -conocida como la flower
power-, que se complementaba con un comportamiento social antibelicista contra
la guerra de Vietnam proclamando la paz y el amor libre.
Ésto supuso una brutal
ruptura generacional que fue derivando hacia el consumo de drogas como el LSD,
provocando muchas muertes por el camino.
The Beatles, una
invención manufacturada de Tavistock
Algunos de los más
reconocidos grupos musicales de aquella legendaria época, como The Beatles o
The Rolling Stones fueron una invención manufacturada de ingeniería social
creada por el Instituto Tavistock y la CIA, como un modo de control de las
masas.
Algunos de estos
músicos, así como muchos de sus fans, fueron víctimas del consumo de drogas,
sobre todo, el LSD, que causaron unos efectos devastadores cobrándose miles de
muertes.
Otro de los
instrumentos más poderosos empleados por el Tavistock para controlar las mentes
de la persona es la televisión.
Los medios
audiovisuales marcan unas directrices que se siguen como doctrinas, como son
las de bombardearte de noticias negativas en los telediarios, emitir series y
películas con contenidos violentos, entre otros dogmas, que provocan en la
persona un comportamiento agresivo.
El resultado de ello es
que se ha creado una sociedad agresiva y violenta. ¿Creen que ésto es producto
de la casualidad?.
Los experimentos
realizados por el investigador norteamericano Herbert Krugman, que se describe
en el interesante libro escrito por Robert Goodman, "El libro negro de los
Illuminati".
Krugman revela que
"cuando una persona mira a la televisión, la actividad cerebral cambia del
hemisferio izquierdo al derecho.
El hemisferio izquierdo
es la zona de los pensamientos lógicos donde la información recibida está
separada en diferentes paquetes para analizarla críticamente.
Por otra parte, el
hemisferio derecho trata los datos que recibe sin críticas, procesando toda la
información, a la vez que conducen a respuestas emocionales. El desplazamiento
desde la actividad cerebral izquierda a derecha estimula la liberación de
endorfinas.
De esta forma, es
posible llegar a ser un adicto a la televisión.
Muchos jóvenes criados
delante de la televisión, están muertos intelectualmente en los primeros años
de la adolescencia, por sobredosis".
La 'idiotización' a la
que se nos somete con la 'caja tonta' cuando nos informan de algo en los
telediarios o en los programas de distinta índole que se emiten: "Lo ha
dicho la tele..., o la televisión ha dicho.... ", dando por sentado que lo
que se nos cuenta es la verdad absoluta o que casi es Dios, sin llegarse a
plantear si esa información está manipulada o se ha ocultado ciertos detalles
de la noticia que interesa no informar a la opinión pública para que no se sepa
la verdadera realidad.
Cada vez más se nos
ofrecen programas 'basura', realities shows, películas o series de televisión
que no nos hagan pensar, partidos de fútbol, música poco creativa... Ya lo
decía en 1928 Edward Bernays, sobrino del psicoanalista Sigmund Freud y un gran
maestro de cómo manipular la mente del individuo, según se cita en "El
libro negro de los Illuminati", de Robert Goodman: "La manipulación
consciente e inteligente de los hábitos y opiniones de las masas es un elemento
importante en la sociedad democrática.
Aquellos que manipulan
este mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible, que es
el auténtico poder que controla nuestro país".
El Instituto Tavistock,
junto a los distintos gobiernos, han ampliado su red de control de masas en la
jugosa 'golosina envenenada' de la era de las nuevas tecnologías, que cada día
avanza más a pasos agigantados para tenernos todavía más 'atontados'. Nada más
tienen que darse una vuelta por la calle y observen a cualquier persona que va
a todos los lados hablando o 'whatsapeando' con el teléfono móvil, enganchados
también a las redes sociales, por internet, la creación de la realidad virtual,
los vídeo-juegos violentos...
Las técnicas que se
usan en Tavistock, así como en otras instituciones afines, mayoritariamente
norteamericanas y británicas, tienen como único objetivo romper la fuerza
psicológica del individuo y dejarlo incapacitado para oponerse a lo que les
dictan sus gobiernos.
Cualquier instrumento
que ayude a romper la unidad familiar y los principios inculcados por la
familia acerca de la religión, el patriotismo y el comportamiento sexual es
usado por los científicos de esta organización privada como arma de control de
masas.