Siempre
ha existido la idea de que la muerte tiene un olor. A nivel subjetivo, mucha
gente describe que pueden "oler" cuando la muerte está cerca. No es
el olor típico de algo muerto que se está descomponiendo, sino un ambiente
extraño que parece rodear a lo que está a punto de morir.
¿Cómo
huele la muerte? La respuesta de la ciencia a esta escalofriante pregunta nos
toma por sorpresa.
Al
parecer, después de morir, los cuerpos emiten un olor fresco y agradable,
similar al de la hierba recién cortada. Esta impactante conclusión aromática
fue alcanzada por científicos de la Universidad de Huddersfield, Inglaterra.
En
el estudio que llevaron a cabo, colocaron cadáveres recientes de cerdos dentro
de cajas cerradas herméticamente, completamente aislados de microorganismos del
exterior. Así lograron detectar qué mezcla de gases iban emitiendo los animales
luego de su muerte.
Durante
las primeras horas los cuerpos liberaron hexanal, un compuesto que se
caracteriza por aquel singular aroma a césped fresco. La sustancia, además de
presentarse en ellos, también se puede encontrar en diversos productos de
sabores frutales.
El
aroma de la muerte puede olerse en ocasiones incluso poco antes de fallecer. Se
han documentado casos en los que algunos gatos y perros, cuyo sentido olfativo
es mucho más desarrollado que el de las personas, han olido dicho aroma en una
persona cercana a la muerte.
El
aroma de la muerte es un hecho que incluso algunas personas han podido
confirmar. Hay quienes afirman oler la muerte en un ser cercano y querido
cuando ésta se encuentra a la vuelta de la esquina.
El
aroma de la sustancia HEXANAL se mezcla, entonces, con el perfume personal de
la persona aún no difunta. El aroma de la muerte sirve de aviso para aquellas
personas que tienen el don de olerlo o el sentido del olfato bastante
desarrollado.
El
aroma de la muerte o del más allá también es conocido por la denominación de
necromonas, el olor de la muerte. Por tanto, la persona muerta en vida o
cercana a su propia muerte, se encuentra envuelta de un olor característico, EL
AROMA DE LA MUERTE.
Según
la antropóloga forense Anna Williams, entrenar a perros en la búsqueda del olor
del hexanal permitiría encontrar muertos recientes con más facilidad,
acelerando considerablemente las investigaciones policiales.
Por
otro lado, Williams plantea la posibilidad teórica de que cada cuerpo, luego de
morir, tenga un aroma particular, propio de su combinación única de sustancias
químicas liberadas. Una suerte de huella dactilar, pero del olor.
Es
sabido que, por ejemplo, perros y gatos tienen un gran olfato (su capacidad
olfativa es 40 veces más potente que el del ser humano). Esto hace que puedan
oler las feromonas, compuestos orgánicos que nos hacen actuar de una manera u
otra dependiendo del sexo con que se trate.
Se
cree que los seres vivos antes de morir, desprenden un tipo de feromonas
especiales que permiten aumentar la supervivencia del grupo ¿Por qué? Porque
cuando estás enfermo y te vas a morir pretendes informar a otros miembros del
grupo de que estas contagiado y podrías causarles daño si no se alejan de ti.
Estas
feromonas de la muerte, también conocidas como Necromonas se han estudiado
principalmente en insectos: hormigas, cucarachas, cochinillas e isópodos
emparentados con crustáceos y langostas que cuando van a morir avisan a sus
compañeros con unos olores especiales.
Leí
sobre varios casos de mascotas que "predecían" la muerte de la gente
que los rodeaba, como el caso de un gato llamado Oscar, un gato de una
residencia de Rhode Island, EEUU era capaz de predecir la muerte de un paciente
echándose a su lado el día de su fallecimiento.
Se
le conoció como “El ángel de la muerte” a pesar de ser un felino con gran
corazón que daba cariño a los ancianos de dicho centro encargado de tratar a
personas con demencia y en etapas terminales, predijo al menos 50 muertes en
esta residencia. Fue adoptado cuando era pequeño para servir como gato de
terapia.
Ahora
es famoso por sus increíbles milagros.