jueves, 3 de septiembre de 2020

Los misterios no resueltos de la amazonia.


La selva de la amazonas en Sudamérica además de sus ríos, flora y fauna esconde muchos misterios como la desaparición del coronel Fawcett, ciudades perdidas entre otros. Recuerda también dar like al video. El Amazonas es el bosque húmedo más extenso de la Tierra. Su inigualable diversidad biológica incluye en Colombia 674 especies de aves, 158 de anfibios, 195 de reptiles, 212 de mamíferos, de 753 peces y más de 6300 plantas diferentes de flora. Se calcula que en todo el Amazonas hay más de 390.000 millones de árboles y 10% de la biodiversidad mundial. En esta macroregión, que reúne nueve países diferentes (Brasil, Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela, Guyana, Surinam y la Guyana francesa) viven 35 millones de personas viven en la macroregión, entre ellos más de 2,6 millones de indígenas.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

LA ENIGMÁTICA PIEDRA DEL DESTINO

 




Antiquísimas sagas celticas, como La batalla de Mag Tuired, narran que los Tuatha de Danann –el pueblo procedente de la imprecisa isla del norte del mundo- desembarcaron en la noche de los tiempos en las costas irlandesas. Ellos fueron los transmisores de la religión druídica a los indígenas, pero también transportaban una serie de elementos mágicos, entre los que se encontraba la Piedra del Destino, un bloque de piedra arenisca que jugaba un papel protagonista en las ceremonias de coronación de los reyes de esa misteriosa civilización nórdica.


Durante la edad media, la Piedra del Destino acabó en Escocia, empleándose en el ritual de investidura de los nuevos monarcas del país. En el siglo XIII, el rey Eduardo I de Inglaterra “capturó” el bloque de arenisca para emplear sus capacidades mágicas en las coronaciones de los reyes ingleses. Permaneció cientos de años en la abadía londinense de Westminster, a pesar de las reiteradas peticiones para que fuese devuelta a sus propietarios escoceses. En 1950, cuatro estudiantes consiguieron hacerse con la piedra y la trasladaron a Escocia. Sin embargo, las autoridades acabaron localizándola e inmediatamente volvió a la abadía de Westminster, a tiempo para la coronación de Isabel II de Inglaterra en 1953. Finalmente, en 1996 el gobierno británico devolvió la piedra a Escocia, donde puede ser vista hoy en día en el Castillo de Edimburgo.


La ciber guerra y el Día cero


Una batalla que podría conducir a escenarios catastróficos, ya que, incluso, algunos especialistas en informática hablan de que el mundo podría derivar en un ciberataque de gran escala, conocido como Día Cero, con el que todos los sistemas dejarán de funcionar, lo cual implicaría un gran apagón digital a nivel global.

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martes, 1 de septiembre de 2020

LA ISLA VERDE

 




Hace unos 12.000 años, en el Mar del Norte existía una inmensa tierra verde que fue tragada por las aguas del deshielo tras el fin de la última glaciación.


Es la conclusión de dos buceadores que, a finales de enero de 2018, descubrieron sumergido un bosque de dimensiones colosales al Este de Inglaterra. Se sospecha que sus enormes árboles, tapados por capas de arena, quedaron al descubierto tras las feroces tormentas que azotaron los mares ingleses, al igual que ocurrió con otros bosques sumergidos cuyas copas pueden verse hoy frente a las costas de Gales y Cornualles, al sudoeste de esa isla… Lo sincrónicamente fascinante es que esta noticia con otra serie de descubrimientos en otros lugares del mundo. Y la ubicación de estos descubrimientos en el Atlántico norte nos hace pensar en la mítica Hiperbórea. Ese y el de Tule son los nombres que dieron los griegos a una  legendaria y sagrada tierra situada en el extremo norte, fértil, templada y protegida por una muralla de hielo.


Hasta ahora los académicos habían pretendido identificarla con lugares tan distantes como Escandinavia, las islas del Mar del Norte, Islandia, Groenlandia e Irlanda. Lo hicieron ignorando que todas las epopeyas irlandesas afirman que una elevada civilización les llegó de una enorme Isla Verde donde no se ponía el Sol, situada por tanto cerca del Ártico. Sin molestares en pensar que pudo existir realmente un paraíso nórdico como el descrito por esas y otras tradiciones, que luego habría quedado sumergido. Paralizados por la idea de que bastaba ya con la creencia en una inexistente Atlántida como para alimentar la mitomanía colectiva con la de otro paraíso perdido. Dejando tales delirios para científicos locos como los del Tercer Reich que, al romper los moldes de lo admisible y por mucho que hoy nos disguste admitirlo, pusieron las bases de la tecnología nuclear, la carrera espacial y otros saltos tecno-científicos inimaginables… Burlar los límites de lo aceptable, hablando de temas que harían sonreír a la mayoría inmovilista.


36 RAZAS EXTRATERRESTRES HABITARÍAN EN NUESTRA GRALAXIA, SEGÚN ESTUDIO.


Según dice Ball en el estudio realizado:

Los GRB pueden ser señales transmitidas por civilizaciones y razas extraterrestres. La forma temporal de las ráfagas en el transmisor es probablemente un pulso simple y las formas complejas que vemos se deben a distorsiones en el camino, principalmente a las lentes gravitacionales. Hasta donde sabemos, los rayos gamma ofrecen el ancho de banda de comunicaciones más amplio en el espectro electromagnético y la única manera factible de enviar grandes cantidades de información a distancias intergalácticas”.

Ball incluso cree que las señales podrían contener «semillas de vida» que pueden prosperar en planetas particulares.

 

Ball agregó: «Los mensajes en GRB pueden ser esporas que se multiplican cuando aterrizan en un entorno de crianza apropiado. Propagan enormes cantidades de esporas y esperan solo un porcentaje de un minuto para sobrevivir».

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lunes, 31 de agosto de 2020

EL HOTEL DE LOS SUICIDAS

 




Construido en 1923 por una firma alemana e inaugurado en 1927, dicen que el artífice de esta belleza hacha piedra fue el arquitecto Carlos Arturo Tapias, aunque otros aseguran que en realidad fue obre de Pablo de la Cruz. Lo que sí sabemos es que la iniciativa corrió a cargo del entonces presidente Pedro Nel Ospina. La idea era hacer una estación de tren que sirviera de parada para el ferrocarril del sur, pero la hermosura de su mirador y elegancia arquitectónica pronto atraerían la atención no sólo de los viajeros que se detenían en aquella estación y se asomaban a admirar la catarata, sino de cientos de personas llegadas de todas partes, motivo por el cual acabó convirtiéndose en un hermoso hotel. Todavía hoy produce asombro pensar cómo en un tiempo en el que no había carreteras y acceso a la zona era tan dificultoso, pudo llevarse tamaña empresa constructora. Más si pensamos en el resultado de la misma.


En mitad de un paraje montañoso, a ras de un acantilado en el que se asoman todos los vértigos, el Hotel del Salto, un edificio de estilo francés y emplazado en un lugar extraordinario, abre su mirador frente a una cascada de 157 metros, en la que abisman las aguas hacia un ineludible destino, elegido por los suicidas que acuden hasta allí. En este contexto, los relatos sobre espectros y fenómenos anómalos que rodean al establecimiento cobran más sentido.


Para los lugareños, estos fantasmas no son sino las almas en pena de quienes acudieron a este escenario decididos a poner fin a sus vidas. No sin motivos, el fondo de tanta angustia, la base de la cascada, acabó bautizándose como “Lago de los muertos”.


Tiene alrededor de 1470 cuadrados distribuidos en cinco niveles y construidos sobre el mismísimo abismo, no podían pasar desapercibidos en aquella época. Personalidades y miembros de la élite y las clases sociales más adineradas, se alijaron en aquel lugar que otrora fue de ensueño. La decadencia llegó con la contaminación de las aguas y la considerable disminución  del caudal de El Salto de Tequendama. Aun así, el hotel mantuvo sus puertas abiertas hasta los años 50, época en el que el Ministerio de Obras Publicas colombiano lo vendió a un particular. A partir de esos momentos, pasó por muchas manos, hasta llegar a la Fundación Ecológica El Porvenir, su actual propietaria, que gestiona las instalaciones con la mirada puesta en el futuro.