Los agujeros negros suelen ser monstruos que devoran todo a su paso, con diferentes tamaños y voracidades. Por ejemplo, los del centro de las galaxias tienden a ser supermasivos y el de la nuestra tiene una masa equivalente a 4 millones de soles.
Sin embargo, existen
algunos mucho más gigantescos y con más “hambre”. Y los astrónomos descubrieron
en el interior de un quásar 12.500 millones de años luz de distancia un colosal
agujero negro ultramasivo que devora el equivalente a la masa del sol cada día.
Afirman los expertos
que se trata del agujero negro de más rápido crecimiento en el universo y también
el más luminoso: brilla miles de veces más que una galaxia entera. Y aportan un
dato: si estuviera en el centro de nuestra galaxia, podría verse 10 veces más
brillante que la luna llena y haría caso imposible la vida en nuestro planeta.
Este agujero negro
llamado j2157 fue descubierto en 2018 por el mismo equipo de investigación,
dirigido por la Universidad Nacional de Autralia, que ahora revela algo
inesperado en su artículo publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Según datos obtenidos
recientemente por los astrónomos, j2157 no es el agujero negro más masivo
conocido pero es 34.000 millones de veces más pesado que nuestro sol y cinco
veces más pesado que M87, el agujero negro supermasivo presente en la galaxia elíptica
M87, amplían.
Además se supone que
crece a una velocidad un 40% más rápida que la máxima establecida por su masa. Algo
que desconcierta porque un agujero no debería ser capaz de hacer tanto.
Los cuestionamientos
empezaron a dar vueltas por la cabeza de los analistas que se preguntan cómo es
posible que pudiera existir desde una época tan temprana del universo.
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