La mayoría de las antiguas culturas hablan de un mundo subterráneo donde se refugiaron supervivientes de una humanidad precedente. Antes de que un cataclismo acabase con su civilización. Sueles describirlo como un "mundo perdido" al que se accede a través de una red de inmensos túneles y mares interiores. Así es el lugar donde habita Utnapishthim, el inmortal Noè mesopotàmico, según la antiquísima Epopeya de Gilgamesh; el mundo del cual emergieron los padres fundadores, según leyendas americanas, hindúes o musulmanes; al que aluden leyendas de toda Eurasia -recogidas por Nicolas Roerich-, que los budistas conocen como Shambala y los ocultistas occidentales como Agartha...
Ese sistema de cuevas ha sido descrito por multitud de leyendas y supuestos exploradores de los dos últimos siglos que sostuvieron habían sido tallados -aprovechando vastas oquedades naturales- por miembros de una antigua civilización desaparecida, cuyos supervivientes mas sabios se refugiaron allí, y estaría iluminado por una luminiscencia verde que favorece los cultivos y la prolongación de la vida.
En esta época donde creemos haberlo explorado todo, la mera hipótesis de que existiese un mundo así nos parece una locura. Pero es muy poco lo que conocemos sobre las entrañas de la Tierra, los espelologos europeos y americanos sostienen la existencia de inmensas oquedades o corredores subterráneos que parecen extenderse hasta mas de cien kilómetros, y esta es confirmada por la moderna tecnología de prospección geológica...Por tanto, es mas que licito indagar sobre lo que pueda haber de cierto tras esta creencia universal y preguntarse por que las élites no se han entregado a la búsqueda de las entrañas terrestres, repletas de riquezas naturales probablemente por mas de una inesperada sorpresa que podría proporcionarles poder y fama universal. ¿Algo se lo impide?
No hay comentarios:
Publicar un comentario